Más allá del enojo - Jorge Berroa

Sesión III, abril 25 de 2015.
De cómo un sapo que fue besado por una princesa, no se convirtió en príncipe...
Entonces ¿qué lo hizo posible?

Hoy inicio la sesión formulándoles una pregunta, no sin antes recordarles que ya he mencionado que Conócete a ti mismo, no es una perspectiva psicológica, ni filosófica, va más allá de esto, va a la naturaleza y esencia del Ser.

Imaginen la palma de su mano derecha¿Cuántos de ustedes pueden recordar si su palma es cuadrada, o si es rectangular, o si sus dedos son más grandes que su palma, o si su palma es más grande que sus dedos, si sus líneas de la mano son profundas o superficiales, si están juntas o separadas, si son muchas o pocas? ¿Cuántos de ustedes ahora pueden recordar el color de su palma, la textura de su piel, cuán altas o bajas son las prominencias en su mano derecha o las de la izquierda? Yo me pregunto ¿cuánto pueden recordar de la palma de su mano? me pregunto también ¿cuánto pueden
recordar de sí mismos o de sí mismas?

Conócete a ti mismo, conócete a ti misma ha sido la meta del trabajo que nos hemos planteado para estas semanas y les he dicho que se sustenta en el Poder del Pensamiento y así mismo les hemos pedido que trabajen precisamente con ese poder,
Yo sí puedo pensar, lo que yo quiero pensar, en el momento preciso. Ahora la pregunta es ¿Cuánto trabajo les cuesta pensar lo que quieren pensar, en el momento preciso? Una prueba podría ser ¿Cuánto pueden seguir los ejercicios de la meditación? ¿Cuánta es su capacidad de concentración?

El poder del pensamiento dije yo, es fundamental en el trabajo de Conócete a ti mismo, porque en primer lugar habrá que sostener una meta, si realmente quiero sostenerla y esa es una cuestión también de voluntad: la voluntad de saber quién soy yo. ¿Cuál es el sentido de encontrar quien soy yo? Me parece que el cuento de Antonio*, el del sapo que no se convirtió en príncipe, a pesar de haber recibido el beso de una princesa, es una buena oportunidad para reflexionar ¿Por qué el sapo se transformó a sí mismo, simplemente cuando recordó quién era él?

Yo me pregunto aquí ¿Cuántos de ustedes se creen sapos o ranas y cuántos han descubierto su propia verdad? Lo que quiero decir con esto, es que el dí­a que alguien llega a esta gran verdad, la verdad de saber quién es, la paz en sí­ es tan infinita, la complacencia es tan grande, que a mi manera diría yo, ya no hay nada que me pueda hacer enojar o reaccionar. Quién recuerda quién es, entra en tal estado de complacencia, que ya no hay nada, nada que le pueda hacer reaccionar con enojo.

Yo te voy a decir como no volverte a enojar nunca. ¿Será posible que aún con cuerpo se pueda llegar a este estado? ¿Que ya no se vuelva uno a enojar, a reaccionar? yo les digo que esto es posible. Dicho de otra manera, detrás de -Yo no me voy a volver a enojar con nada- está una premisa: -Yo si estoy a bien conmigo mismo- que quiere decir -yo estoy a bien con todas las circunstancias de mi vida, sin excepción, aunque estas cambien. ¿Y cómo es eso posible? Yo si estoy a bien con las circunstancias de hoy y con todas las que vengan ¿Cómo es eso posible Jorge? Y yo les digo: si tú descubres tu verdad, si tú recuerdas quién eres, eso y más es posible.

Te invito a seguir un camino, seguramente hay muchos caminos, más de los que pudiéramos contar, pero un camino que yo conozco, es al que te puedo invitar, este camino se sustenta en el poder del pensamiento y por tanto, en la voluntad.

Hace algunas sesiones reflexionábamos con Antonio* acerca de Estar en el mundo sin ser de él ¿Qué significa estar en el mundo, sin ser de él? Yo les diría que las apariencias engañan, hay que rasgar el velo para poder mirar, una manera concreta y práctica de hacerlo, es con la voluntad, que yo expreso como -Yo sí quiero saber quién soy- y entonces estoy ahí y me pongo a trabajar, educo el esfuerzo, lo enfoco...

Yo les diría en este momento plantéense una meta, una meta concreta pero que implique un esfuerzo, sería tan simple como decir -voy a cavar un hoyo profundo en mi jardín- o, hoy aprendo cinco palabras, mañana seis, pasado siete, en un proceso de ascensión en el esfuerzo. Hoy voy a dar cinco pasos, mañana diez, pasado quince, en un proceso de ascensión, de aumento, de proyección del esfuerzo; por eso hoy voy a leer una página mañana dos, mañana tres, pasado cuatro. Eso es sostenerse en la voluntad e ir ascendiendo, e ir aumentando el esfuerzo, esto me va a dar una fuerza interna inigualable y esta fuerza interna es voluntad, esta voluntad es aplicable en cualquier aspecto de mi vida, ¿Pero que estoy haciendo? Estoy entrenando la voluntad. Y cómo ya lo decía yo, en la medida en que entrenas tu voluntad también estás desarrollando tu lóbulo frontal. Estás rompiendo el círculo.

La rutina tiene un poder muy grande ¿qué poder tiene? el de paralizarte, la rutina tiene el poder de paralizar. No significa que rompas todas tus rutinas, porque la rutina también te da seguridad en la vida, por ejemplo a un bebé que no le ponen un ritmo o una rutina, va a ser un bebé que va a crecer con un cierto nivel de estrés. Sí hay rutinas que puedo seguir, pero hay otras que puedo observar y decidir que ya puedo dejar, estoy dando pasos, estoy en un proceso de evolución, esta rutina me sirve la sostengo, ésta ya es inútil la deshecho.

¿Cómo elegiría yo qué rutinas cambiar? aquellas rutinas paralizantes, cualquier rutina que te lleve a la parálisis mental, física, emocional, yo diría que es tiempo de dejarla ir y entonces, tomo un nuevo aprendizaje que seguramente va a terminar en ser una rutina y que llegará el momento en que también deje ir. Pero estoy poniendo en juego algo, la voluntad. Y la voluntad trae maestría. Y yo quisiera que quedara claro en su corazón que hacer a voluntad no es ir en contra de sí mismos, de sí mismas, es ir con ustedes mismos.

Voy a plantearles algo, todos sin excepción en algún momento de su vida se han puesto a hacer algo a voluntad, una, o dos o cientos de cosas, ¿Por qué algunas cosas las pudieron seguir y algunas otras no? Hay muchos factores, pero voy a hablar de dos en particular, algunas cosas las pudieron seguir porque se alinearon consigo mismos internamente y ahí estuvo la fuerza, porque no fueron en contra de sí, sino que se alinearon consigo mismas, consigo mismos.

El segundo factor que quiero mencionar es que tuvieron el poder de romper con la rutina. La rutina me está jalando a quedarme en mi cama, pero en realidad ¿Estás en la cama porque estás cansada, cansado? ¡Quédate en la cama porque necesitas el descanso! pero si es la inercia la que te mantiene ahí, entonces rompo la inercia, rompo la rutina, me levanto y estoy a bien conmigo, voy más allá, porque en una de esas me encuentro el lago, en el cual el sapo descubrió quien era.

Y les vengo a insistir, pudiéramos cambiar la tarea, pero de verdad si ustedes encuentran algo qué aprender y algo qué hacer a voluntad, mucho estarán haciendo. En una de las sesiones pasadas les decía yo: a voluntad pueden decidir -Esto que estoy viviendo lo veo con amor, yo sé que a veces eso cuesta trabajo, Cómo voy a ver con amor, que un hombre me esté amenazando. Lo natural sería que yo reaccione en contra, pero qué pasaría si en este momento yo digo -Esta situación la voy a ver con amor- y es a voluntad, es a voluntad. Cuando siento enojo hacia alguien, es porque ese alguien desde mi perspectiva no me está complaciendo, pero a voluntad yo digo -Yo te voy a ver con amor- ¿Qué pasa entonces, qué sucede con ese amor, qué pasa en mí mismo? Aunque el amor es una energía que sí llega al otro, donde fundamentalmente genera la transformación, es en el corazón que lo generó.

Así es que estas son palabras y más palabras, pero son porque no quiero dejar de insistir, soy persistente a riesgo de convertirme en necio y voy a volver a abordar algo aquí que he dicho en las últimas sesiones -Dime de qué tamaño es tu resistencia-, porque esa resistencia es un indicador de que aún hay algo ahí que necesito aprender. Si algo persiste es porque hay resistencia y si hay resistencia es porque todavía tengo algo que aprender.

Así es que con esto yo quisiera pedirles ahora que simplemente pensaran, sintieran y recordarán, si hay algo en su vida a lo que ahora se están resistiendo, te diría que ahí está en este momento tu mejor lección. ¿A qué me estoy resistiendo en este momento, lo que más me provoca reacción, lo que más me genera escozor?

Eso, eso precisamente es tu mejor oportunidad de aprender y si me preguntas, aunque ahora tú no puedes hablar porque estás con los ojos cerrados, así que voy a imaginar que alguien se está preguntando en la mente ¿Jorge cómo le hago? Yo te digo como hacerle o cómo habría hecho yo -Ah! me estoy resistiendo, voy amar esto a lo cual me estoy resistiendo, lo voy aceptar- Y entonces ahí está el poder del pensamiento. Una amiga me decía ¿Jorge cómo le hago con el miedo, con el miedo a manejar? imagínese el miedo y ella se sentó se puso a sentir el miedo, a aceptarlo, entonces obtiene el
poder de traspasarlo, de superarlo.

Yo te sugiero, porque ya dije que hay infinitos caminos, así­ que yo te sugiero, eso a lo cual te estás resistiendo siéntate en el silencio, imagí­nalo y abrázalo amorosamente. Y pues a la manera de Antonio* colorí­n colorado el cuento de hoy se ha terminado, a mi manera, les agradezco infinitamente la oportunidad que me dan de estar aquí y simplemente hacer estas reflexiones, ojalá sirvan para algo en la vida de los ojos abiertos de cada una y cada uno de ustedes.


* Don Antonio Cortina


Jorge Berroa por intermediación de Leticia Bernal