Conócete a ti mismo - Jorge Berroa



Sesión I, abril 11 de 2015.
Conocerse así mismo es un acto de voluntad, sustentado en el poder del pensamiento. 

El año pasado de enero a junio trabajamos con un propósito El Poder del Pensamiento. Hoy me trae aquí una nueva tarea que yo he denominado: Conócete a ti mismo, conócete a ti misma. El propósito más profundo, el más interno de esta frase no es psicológico, no es filosófico, voy a usar una palabra rimbombante, es ontológico, esto significa que tiene que ver con la esencia y la naturaleza del Ser.

La primera etapa que yo llamé El Poder del Pensamiento, está profundamente vinculada a Conócete a ti mismo, a ti misma. Por los que no estuvieron aquí­ en ese momento, voy hacer una introducción de dos o tres sesiones y después iremos más de lleno a Conócete a ti mismo. Para los que sí­ estuvieron estas sesiones servirán como una evaluación ¿cuánto avanzamos el primer semestre del año pasado?.

Cuando reflexionamos sobre qué es el poder del pensamiento, la respuesta puede ser tan general, que el poder del pensamiento puede ser todo. Aquí ¿a qué hemos denominado el poder del pensamiento? A la capacidad de pensar lo que yo quiero pensar, en un momento determinado y ¿cuál es su relevancia? Que pensar es crear.

En la primera parte del trabajo del día de hoy, algunos de ustedes pudieron enfocar su mente en todo el ejercicio, pero algunos no lo pudieron hacer, porque la mente juega y brinca de un lugar a otro, de un tiempo a otro y ahí está la capacidad de lo que yo llamo el poder del pensamiento: Yo sí puedo pensar lo que yo quiero pensar en el momento preciso ¿y eso a qué está asociado mis amigos y amigas? a su lóbulo frontal.

¿Cuánto han entrenado su lóbulo frontal? Vamos a poner algunos ejemplos porque tal vez, alguien aquí­ en este momento se está preguntando: bueno Jorge ¿y cómo entreno mi lóbulo frontal? Pues ahora yo les digo: cada vez que aprendes algo, estás entrenando tu lóbulo frontal. Los primeros 21 dí­as que haces algo nuevo está asociado con tu lóbulo frontal, es por eso que muchas veces les decimos a ustedes: hazlo por 21 dí­as. Una vez que se convierte en algo aprendido, pasa a alguna región de sus hemisferios cerebrales, pero cuando yo estoy aprendiendo algo, está sujeto a la activación y a la actividad del lóbulo frontal. Entonces cada vez que aprendo algo pongo en actividad mi lóbulo frontal. La voluntad también está asociada a su lóbulo frontal por eso si lo pienso, decido hacerlo y lo hago estoy ejerciendo mi voluntad y por tanto, activando mi lóbulo frontal.

¿Qué limita la actividad del lóbulo frontal? Porque esa es la siguiente pregunta, ya me dijiste como activo mi lóbulo frontal, pero ahora la siguiente pregunta naturalmente es ¿qué lo limita?: La rutina, si mi actividad no representa un reto, si mi actividad sólo es por costumbre empiezo a inhibir el lóbulo frontal.
En los Estados Unidos en la década de los 60 y un poco antes también, hicieron experimentos con el cerebro y a alguien se le ocurrió hacer una operación que se llama lobotomí­a, un bisturí­ que entra precisamente al lóbulo frontal ¿Cuál fue la consecuencia? Las personas que sufrieron esta operación poco a poco perdieron la voluntad, perdieron la capacidad para hacer cosas nuevas, querí­an repetir lo mismo, hacer siempre lo mismo y de la misma manera, sacarlos de sus rutinas les generaba alteración e inclusive reacciones violentas.

Yo les preguntarí­a amigos y amigas mí­as, sin ningún afán, porque estamos aquí­ para ayudar, si alguna de estas caracterí­sticas está en ustedes y claro me pueden decir "Jorge
a mí nadie me ha hecho lobotomí­a" y yo te diría, en algunos casos, tú te estás haciendo lobotomí­a. La intención es que reconozcas, pues esto también es autoconocimiento, ¿Qué estoy haciendo conmigo misma, conmigo mismo?.

En este sentido, les sugerimos hacer algunos ejercicios, porque a nadie le afectará y sí­ creo que a todos los podrán ayudar. ¿Y cuáles son? Primero: decidan ahora y aquí hacer un acto por voluntad diariamente, yo no les pido que sean actos difíciles porque no son pruebas de resistencia, sino un acto pequeño de voluntad que les permita empezar a activarse, a tomar determinación de sí­ mismos consigo mismos; por ejemplo, voy hacer una sentadilla todos los días al despertar, no diez ni veinte. Otro acto de voluntad, voy a comer determinado alimento, podría ser inclusive uno que no me gusta, pero que es bueno para mi salud, cualquier acto de esta naturaleza es un acto de voluntad. No me cansaré de decirles amigos, amigas, que la voluntad no se trata de ir en contra de sí mismos, de sí mismas, la voluntad es alinearse consigo mismos.

A veces estamos tan nublados, tan llenos de ideas, de pensamientos muchas veces obsesivos, que no nos alcanzamos a dar cuenta de qué es verdaderamente lo que yo sí­ quiero, para contrarrestar esto la paz es fundamental. El maestro Gandhi dice: Si tengo paz sé que quiero, si realmente sé que quiero, puedo conseguirlo, si lo consigo aumenta la paz y lo ha denominado el círculo virtuoso de la Paz. Esto también es autoconocimiento.

El primer ejercicio que ya mencioné, es un acto de voluntad que realizó diariamente. El segundo ejercicio es aprender algo nuevo y llevarlo a cabo por 21 días, por ejemplo, podría ser, voy a aprender diariamente una palabra nueva, entonces tengo la voluntad de dedicar cinco minutos, buscar en el diccionario una palabra nueva comprender su significado y usarla. Aprender algo nuevo porque de esta manera estaremos activando el lóbulo frontal y al mismo tiempo haciendo otro acto de voluntad.

Cuando sucede que no quiero salir de mi rutina, que no quiero dejar de hacer las cosas de la misma manera, habrá que revisar qué es lo que está pasando, será que yo mismo, que yo misma, me estoy haciendo lo que aquí he denominado lobotomí­a. Y si yo quiero salir de este proceso degenerativo, entonces a voluntad hago algo diariamente y aprendo algo nuevo que puede ser muy sencillo o muy complejo, de acuerdo a sus tiempos, a sus capacidades y a su decisión. Esto sí­ es un acto de voluntad, porque nadie aquí está obligado, lo único que sí­ te puedo decir es que en la medida que tú te apliques, en esa medida tú vas a alcanzar resultados, en la medida en que tú te determines, vas a llegar a tu meta.

Es en sí­ bueno darse un tiempo para venir, cerrar los ojos y meditar, pero realmente es mejor si lo que aquí­ ocurre tiene un impacto, un reflejo en su vida de los ojos abiertos.
Pero sí­ les digo y soy directo, la idea es que la próxima sesión tú puedas platicar en relación a tu experiencia con el trabajo de la voluntad y de los nuevos aprendizajes, es decir, que apliques lo que ahora estamos comentando.

En la época actual hay un nivel alto de depresión y una de las razones por la cual se está dando, es por la forma de vida; de verdad, el cambio electromagnético y bioquímico que se genera en tu cerebro, cuando tú aprendes, ayuda a liberar determinadas sustancias que te liberan al mismo tiempo de la depresión. Es decir el ejercicio de la voluntad y de tu capacidad de aprender disminuye la depresión.

Así es que son muchas cosas diría yo, al mismo tiempo, son muchas condiciones las que se dan, pero aquí y ahora es fundamental el trabajo que tú si puedes hacer contigo misma, mismo. Detrás de esta historia de Conócete a ti mismo ¿qué hay? Una invitación plena a la autonomía, a yo sí puedo hacer, lo que yo sí quiero hacer en el momento que lo decido, en el momento que lo siento.
Detrás de esta intención Conócete a ti mismo, hay una invitación a la liberación de las programaciones sociales, históricas, familiares y no porque esté afirmando que sean malas, ni estoy afirmando que tengas que liberarte de todas, lo que estoy diciendo es que aquello que ya te queda pequeño lo dejes ir, como cuando fueron niños y niñas, si la ropa ya no te quedaba, simplemente la dejabas de usar porque habías crecido. Lo que estoy diciendo entonces es que tu capacidad de crecer, tu capacidad de evolucionar es permanente y que en la medida en que tú asumes tu propio poder y tomas tu propia autoridad sobre ti mismo, en esa medida tú estás alcanzando todo aquello que decides.

Quiero decirte amiga, amigo mío, que no hay mucha distancia en el tiempo desde que yo tuve un cuerpo la última vez en este planeta, con esto te digo que entiendo claramente las circunstancias actuales, tu vida cotidiana, tu devenir. Y afirmo que en esta vida cotidiana, en esta actualidad es posible, que si tú quieres es posible. Me gusta como decía, ser claro y conciso; entonces yo te voy a formular una pregunta que evidentemente no tienes que contestar en voz alta, pero que si pido que lo hagas mentalmente ¿Estás dispuesto, estás dispuesta a seguir este trabajo?. Porque eso es lo primero, el acto de la voluntad, porque en el momento que tú dices "si" o "no" la decisión genera una energía de impulso. La indecisión limita, la decisión te proyecta hacia tu propósito, genera impulso.

La pregunta aquí entonces es ¿Estás dispuesta? ¿Estás dispuesto a seguir este trabajo? Porque de verdad te digo es un compromiso. Yo me comprometo a trabajar para ustedes con la ayuda de sus ángeles. Yo me comprometo a que las personas a través de quienes hablo, entren en un trabajo personal que les permita ayudar a sostener nuestras metas, pero también requiero de su compromiso, de su decisión, de su voluntad, para que lo cotidiano no te rebase y entonces un día antes (de la próxima reunión) digas "es que no he hecho nada", aquí está la voluntad de estar ahora y aquí, ahora y aquí en este camino, en esta circunstancia.

Les voy a pedir en este instante, que ahí en su interior busquen algo que van a aprender durante la semana, aprovechen esta energía y se visualizan haciéndolo. Ya es un acto en sí­ de voluntad el aprender algo, pero si a esto le damos además el valor agregado de hacerlo en conciencia, aumentará su poder. Visualí­cense haciendo lo que decidieron hacer, están poniéndose de acuerdo consigo mismos y mentalmente dicen Yo sí puedo estar a bien conmigo misma, conmigo mismo y con cada una de mis decisiones, yo sí puedo estar a bien conmigo misma, conmigo mismo y con cada una de mis decisiones y repitan si lo sienten "Que la paz de Gandhi se quimifique en mi".

Estar a bien con sus decisiones, no pelearse con lo que ya decidieron, porque pueden pensar -ah por qué no decidí­ esto otro que es mejor- lo cual te genera estrés, por eso es importante que si ya tomaron la decisión, la acepten, la abracen tal cual, "acepto y abrazo mi decisión, es lo mejor que se me pudo haber ocurrido y lo sostengo" y empiezan a estar a bien consigo mismos; de otra manera van a generar un cierto nivel de estrés cuando empiezan a pensar -es que pude, o hubiera..- Como ya decí­a, olvídense del hubiera, asuman lo que ya decidieron y sosténgase; así empezarán a ver la maravilla de su propio poder. Es decir... enfócate, pensar es crear.

Muy bien, ahora simplemente revisen su cuerpo que esté cómodo, que haya sensación de bienestar con la posición en la que se encuentran, les pido por favor que repitan la siguiente frase poniendo atención a la sensación que les provoque: "Yo sí puedo estar a bien conmigo misma, yo sí puedo estar a bien conmigo mismo" y sienten cómo responde el cuerpo. El cuerpo les dice sí verdaderamente lo están sintiendo.

Una reacción de bienestar quiere decir que verdaderamente están de acuerdo, una reacción de incomodidad quiere decir que ahí hay algo con lo que ustedes realmente no están de acuerdo. Van a volver a decir entonces "Yo sí puedo estar a bien conmigo mismo, yo sí puedo estar a bien conmigo misma y permito que se haga conciencia en mí­ lo que necesito saber" y déjense fluir unos instantes. Es posible que llegue a ustedes una respuesta en relación a qué anda por ahí, qué trata de manifestarse hacia su consciente. Si en este momento no aparece, en las siguientes horas va a llegar a ustedes la idea y les hace sentir la verdad que están buscando.

Ahora van a repetir "Yo sí­ puedo estar a bien conmigo mismo y con mis decisiones" entonces se sienten a sí­ mismos, se sienten a sí­ mismas, "Yo sí­ puedo estar a bien conmigo misma y con mis decisiones" observo el cuerpo, observo qué me está diciendo el cuerpo.

Aquí se ha dicho ya en muchas ocasiones que a través del cuerpo físico habla el inconsciente, son las sensaciones del cuerpo físico las que nos están permitiendo entrar al inconsciente, entonces nos damos unos instantes para percibir cómo reacciona el cuerpo ante una afirmación, porque nos estará diciendo la verdad. Y vamos a ir a más: ¿Estoy dispuesta, estoy dispuesto a trabajar conmigo mismo, conmigo misma? y sientan ¿Estoy dispuesta a trabajar conmigo misma, conmigo mismo? y lo sienten, sienten hasta dónde interiormente en realidad están de acuerdo, cuál es la naturaleza de la sensación que me provoca. Yo les voy a decir mis queridas amigas, mis queridos amigos cuando algo me provoca resistencia, lo que me dan ganas es de salirme, de irme, de correr, de moverme, me duele algo, me siento irritado, porque hay en mí­ una resistencia.

Mi consciente me dice: Está bien, qué bueno que trabajes contigo mismo, pero mi inconsciente me está diciendo -no estoy totalmente de acuerdo contigo- ¿que provoca la discordancia? Estrés ¿Por qué no me puedo poner de acuerdo? Porque hay algo en mí, que no quiero enfrentar. Una resistencia, puede ser miedo, miedo a enfrentar lo desconocido, miedo a enfrentar el cambio, miedo a enfrentarme a mí mismo, a mí misma; miedo a saber verdaderamente quién soy, me aterra reconocerme. Pero de verdad te digo, que cuando entras y te miras a través de la luz de la conciencia, puedes disipar el miedo interno y entonces regocijarte en la verdad, en tu verdad.

Pero primero hay que tener el valor, el valor para entrar a sí mismos, a sí mismas y descubrir todo lo que está ahí. Metafóricamente ¿qué te estamos ofreciendo? Una lamparita, un quinqué diría yo, para entrar ahí adentro y mirar lo que está y tomar entonces la decisión de "esto se queda, esto se va" "esto se queda, esto se va".

Estamos en este proceso, estamos en esta frecuencia y vamos hoy por lo que yo he denominado: Conócete a ti mismo. Pero este conocerse a sí mismos tiene una premisa: La voluntad de conocerme y la voluntad de conocerme tiene un antecedente: El poder de mi decisión, el poder de mi pensamiento y en esta tarea estamos juntos, con esto me despido hoy.


Jorge Berroa por intermediación de Leticia Bernal